19 Abr Rato, el artífice del milagro español ¡y un pimiento¡
Hay que ver Rodrigo, con lo que tú has hecho por este país, cómo te lo están pagando ¡qué ingratos!
No hay nada mejor para hacer verdad una mentira que el hecho de que el propio interesado se la crea, y tu te has creído tu papel como nadie. ¡Eres el puto amo de las finanzas¡ ¡Eres el motherfucker que levantó este país! ¡Te alabamos Rodrigo!.
El viento soplaba fuertemente a favor a finales de los 90, era nuestro momento en Europa, el cartucho de las privatizaciones estaba aun sin gastar (es un cartucho finito, una vez que se usa se acabó), y es que a cuántos Ministros de Economía les hubiese gustado abrir este caramelito, pero sólo tú tuviste la suerte, canalla. Las imposiciones de control de déficit para entrar en el Euro obligaron ha hacer un gasto responsable como nunca antes se había hecho. Tú además eres un tío listo, eso hay que reconocértelo, nunca te privaste de colocarte galones ni tu partido de aplaudirlos.
Luego vino la ley estrella, la del suelo ¿recuerdas?, esa ley que a primeras disparó los niveles de empleo (sacando a jóvenes de las aulas con un buen sueldo en la construcción). ¿Y qué me dices de lo de alentar a las familias a endeudarse como si no hubiera mañana? ¡Y es que había que crecer joder! ¡Era nuestro momento! ¡Era tú momento!.
Ya con tu prestigio por las nubes vino lo del FMI, ¡que regalazo de despedida te hizo Jose Mari!. Tres años paseando tu palmito por el mundo diciendo a los gobiernos ignorantes cómo hay que hacer las cosas. Al final te fuiste en 2007 alegando motivos personales, aunque el informe publicado en 2011 indica que no viste venir ni de lejos la mayor crisis financiera desde la Gran Depresión. Pero eso no iba contigo, tu seguías siendo el iluminado que trajo la prosperidad a este país ¡demonios!.
Y por fin, en 2010, vino el culmen, Caja Madrid, lo que luego sería Bankia, lo que luego serían 20.000 millones de rescate. Pero eso nada tuvo que ver con tu gestión, fue el maldito Rajoy que te dio un regalo envenenado. Menos mal que pudiste abandonar el barco gracias a que te chivaron la que se venía encima.
Por todo esto y mucho más, tú ni caso Rodrigo. Sigue dando brillo a tus premios y menciones, o ponte a escribir otro libro que hable de que tu ya avisaste de la crisis pero no te hicieron caso estos del gobierno. Que estés imputado por corrupción o blanqueo de capitales no es nada en comparación a lo que este país te debe. Eres el artífice del «Milagro Español» y eso ya nadie podrá arrebatártelo.
Editorial: Francisco Blanco
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