15 May QUINCEMAYISMO

Se empieza a constatar que un hecho no es pasajero cuando se instala en el lenguaje. Nos hemos acostumbrado a oír y decir «espíritu del 15M», «indignados», «quincemayistas». Hoy se cumplen 4 años de aquel acontecimiento. El filósofo esloveno Slavoj Zizek define acontecimiento como un suceso cuya relevancia histórica es superior a la suma de causas que lo han provocado. Sin duda, el 15M fue un acontecimiento en la vida sociopolítica española, y lo sigue siendo: su despertar abrió una profunda grieta en la hegemonía del bipartidismo, sus ecos despertaron el clamor que hoy se llama Podemos.

En 2012 el profesor Carlos Taibo visitó Badajoz, invitado por el 15M. En su conferencia se suscitó el debate sobre si debía surgir algún partido político que canalizara el descontento expresado en calles, plazas y acampadas. La respuesta del anarquista Taibo fue un rotundo no, y argumentó que eso desvirtuaría al movimiento. ¿Acertaba, o quizá el proyecto de Pablo Iglesias ha reforzado y apuntalado las reivindicaciones de la indignación ciudadana? Lo que resulta innegable es que Podemos, recogiendo el testigo del 15M, se ha constituido en todo un acontecimiento político.

El 15M aconteció en vísperas de unas elecciones municipales y autonómicas. Ahora estamos inmersos en otras. La rabia y la frustración ya no están tanto en las calles como en los círculos, en los carteles electorales y en los mítines. La gran incógnita es si Podemos será suficiente para convertir el sueño del 15M en realidad, o por el contrario el acontecimiento se verá diluido entre los engranajes del sistema. Lo que está terriblemente claro es que no deberíamos quedarnos sentados a esperar una respuesta: la respuesta eres tú.

Texto: Agustín L. de la Cruz

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