27 Sep Operación Errejón
La frenética actividad política de los últimos días con respecto a Íñigo Errejón y su candidatura con Más País, hace que apenas tengamos tiempo para analizar las cosas y que se sucedan acontecimientos antes de que podamos contarlos. Por eso vamos por partes, a modo de decálogo:
Las razones de Íñigo Errejón
Primero: Errejón tuvo razón, allá por 2016, cuando advirtió del error que suponía para Podemos coaligarse con Izquierda Unida y escorarse cada vez más hacia el espacio político de la izquierda tradicional, donde podía quedar arrinconado su sueño de transversalidad. Pero tuvo razón por los pelos: el sorpasso estuvo cerca de producirse, y las encuestas lo dieron por seguro incluso el mismo día de las elecciones. Aquel buen pronóstico explica mucho de lo ocurrido después.
Segundo: Errejón tiene razón en otras cosas, porque es sin duda un político brillante, pero se equivoca en algo fundamental: si en su día el objetivo fue sobrepasar al PSOE y convertir a Podemos en fuerza hegemónica de la progresía española, no tiene mucho sentido que ahora se proponga como candidato alternativo para hacer presidente a Pedro Sánchez. Especialmente cuando este último, con la repetición electoral que se avecina, persigue descaradamente el reforzamiento del bipartidismo, ese mal secular que Podemos vino a combatir desde sus inicios.
Los fracasos que originan Más País
Tercero: Más País, la marca electoral de Errejón para el 10 de noviembre, nace de un triple fracaso: del fracaso de Errejón para continuar su trayectoria política dentro de Podemos asumiendo que sus tesis eran importantes pero minoritarias, y del fracaso de Pablo Iglesias a la hora de dar suficiente espacio y libertad de movimientos a su viejo amigo.
Cuarto: Es notable comparar este divorcio con las luchas internas del socialismo: Felipe González y Alfonso Guerra se enfrentaron en su momento, pero el que salió perdiendo no se fue a fundar otro partido; lo mismo puede decirse de la pelea entre Pedro Sánchez y Susana Díaz, irreconciliables antaño y ahora sospechosamente de acuerdo en casi todo.
Quinto: El tercer fracaso fundacional de Más País, no conviene olvidarlo, es la doble derrota electoral de mayo: no lograron mantener el Ayuntamiento ni formar parte de un gobierno alternativo en la Comunidad de Madrid. Mal comienzo el de empezar perdiendo.
Sexto: El nuevo proyecto político de Errejón nace de otro fracaso más, pero ajeno: el enorme chasco de las negociaciones para formar gobierno entre PSOE y Podemos. Una vez quedó reafirmada la autoexclusión de Ciudadanos, las opciones estaban claras, a pesar de lo cual no hubo acuerdo y vamos a unas elecciones que profundizarán la desconfianza que los electores sienten hacia los elegidos.
De cara al 10 de Noviembre
Séptimo: Frente a un presidente en funciones endiosado, que se comporta como si tuviera mayoría absoluta y confunde dialogar con humillar; frente a una vicepresidenta en funciones capaz de falsificar un documento para boicotear las negociaciones que ella misma estaba llevando a cabo; frente a un supuesto socio preferente que deja pasar inexplicablemente la oportunidad de gestionar una vicepresidencia y tres ministerios… frente a tanto despropósito, cualquier otra opción política sale reforzada. Si además la encabeza Errejón, con su verbo fluido y su apariencia de yerno perfecto, se comprenden las expectativas creadas.
Octavo: En abril, las tres derechas en lugar de sumar, restaron. Parece razonable que Más País se presente únicamente en las provincias más pobladas. Todo lo demás sería trabajar para el enemigo.
Noveno: Las expectativas creadas en torno a Errejón están siendo favorecidas por los mismos medios de comunicación que han perjudicado sistemáticamente a Podemos desde su fundación, sin preocuparse de manipular con descaro ciertas informaciones y basarse a veces en el oscuro trabajo de las denominadas cloacas del Estado. Si el enemigo trabaja para ti, ándate con mucho ojo.
Décimo: Estos diez mandamientos me temo que se resumen en uno que nada tiene que ver con las buenas intenciones de Iñigo Errejón: lo más probable es que el próximo Presidente del Gobierno logre investirse como tal gracias al apoyo de una o de varias derechas. Ese es el objetivo de la Operación que realmente importa, la de Pedro Sánchez más su asesor Iván Redondo, que son quienes nos llevan a votar el 10 de noviembre. Se verá.
Por Agustín L. de la Cruz
(Madrid, 1976) Escritor y librero
Licenciado en Documentación, escritor tímido y librero astuto. Su última obra publicada son los cuentos reunidos en Aniversario (2017). Su primera librería sigue abierta y se llama Tusitala, que en homenaje a Stevenson significa «el que cuenta historias».
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