11 Feb Alimentar al monstruo
El cine de ciencia ficción y de aventuras nos ha puesto ante los ojos multitud de imágenes en las que seres adorables se convierten en monstruos terribles y cachorros de fieras que parecen dulces y entrañables pero que acaban devorando a sus dueños. Por más que nos prevengan de alimentar a los animales en esos lugares inmundos que son los parques zoológicos, siempre encuentras con alguien que quiere hacer la gracia y que acerca los gusanitos a la reja.
No he nombrado al principal partido de la ultraderecha pura y dura en ninguno de mis escritos desde que este verano comenzara a escucharse su nombre. Me sorprendió en septiembre que una persona totalmente desinteresada de la política me preguntara si conocía un partido con nombre de voz latina. Sabedor de su existencia desde hacía cuatro años, me puso en la pista de que se estaba lanzando al estrellato la misma basura ideológica que Bannon, Orban, LePen o Salvini, por citar los nombres más representativos, van sembrando por Europa y el mundo.
Ya están aquí. El 10 de febrero de 2019 no llenaron Colón a reventar y el centro-derecha español, lejos de buscar el ansiado centro, se lanzó a una batalla para ver quién representa mejor el discurso de las esencias patrias. No sé si entre los conservadores y liberales hay algún estratega o una asesora con la suficiente visión como para advertir a Casado y a Rivera de los peligros de comprar el discurso más ultraderechista. Da la sensación de que no quieren perder ni un solo voto por la derecha y están intentando ser más altos, más guapos y más directos que el hombre que va a caballo. El medievo ha bajado a la arena política y el insulto de felón, que cuando aparecía en Lope o en Cervantes ya era un término casi trasnochado para referirse a la traición del vasallo al señor feudal, se vuelve a usar con el mismo clasismo de la historia: no se permite que un vasallo pueda regir en un feudo reservado a los señores de sangre azul (y quizá también de camisa del mismo color).
La hiperventilación es muy mala en política. No se puede lanzar un órdago de inestabilidad con dos docenas de insultos sacados de cualquier taberna de cazadores de montería tras una larga cena. Entre otras cosas porque, lejos de estar quitándole los votos al jinete asesorado por Bannon, está alimentándolo a pasos agigantados. Si lo que quiere Casado es extender el Spain First, ha de saber que llega tarde, que va a parecer una segunda marca porque para esos postulados ya hay un titular indiscutible y él va camino de ser suplente.
Como señalaba al principio, Casado está alimentando al gremlin pasada la media noche. O alguien le aconseja con los pies en el suelo desde la derecha o va camino de asustar al propio partido Popular Europeo. Otro día hablaremos de Rivera y de Valls, del que se habla en Francia con estupefacción.
Por Javier Figueiredo
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